¿Qué es el compliance y cómo puede transformar tu organización?
Durante años, el término compliance ha ido ganando protagonismo en las empresas que buscan crecer de forma sostenible, legal y ética. Pero, ¿qué significa realmente? ¿Es una simple moda o se trata de una necesidad empresarial que marca la diferencia? Lo descubrí cuando desarrollé una herramienta para crear planes directores basados en normas, estándares o regulaciones. Desde entonces, el cumplimiento dejó de ser algo abstracto y se convirtió en una estrategia tangible.
Definición clara y actual de compliance
Compliance, en el contexto empresarial, hace referencia al cumplimiento normativo: la capacidad de una organización para seguir las leyes, normativas y estándares que le son aplicables. Esto abarca desde leyes nacionales hasta normativas internacionales, pasando por reglamentos sectoriales, códigos éticos internos y estándares como la ISO 37301.
El compliance no solo evita sanciones o problemas legales; garantiza que la organización actúe de forma íntegra, alineada con valores éticos, lo que fortalece su reputación y sostenibilidad.
Tipos de compliance que toda empresa debe conocer
- Compliance penal: enfocado en prevenir la responsabilidad penal de la persona jurídica.
- Compliance laboral: cumplimiento de la normativa en materia de empleo y relaciones laborales.
- Compliance medioambiental: seguimiento de regulaciones para preservar el entorno.
- Compliance fiscal: alineación con la legislación tributaria.
- Compliance sectorial: aplicable a industrias específicas como finanzas, salud, telecomunicaciones, etc.
En mi caso, lo más interesante fue comprobar cómo un solo sistema puede adaptarse a diferentes marcos, desde regulaciones locales hasta estándares como ISO o requisitos específicos del sector financiero. La herramienta que desarrollé lo permite: parte de un estándar y genera automáticamente un plan director alineado a las exigencias de cumplimiento.
¿Por qué es importante el compliance?
Implementar un sistema de cumplimiento eficaz no es opcional; es estratégico. Algunas de sus ventajas clave son:
- Evita sanciones y consecuencias legales graves.
- Mejora la reputación ante clientes, inversores y socios.
- Favorece una cultura ética dentro de la organización.
- Optimiza procesos internos al exigir trazabilidad y orden.
Una de las cosas más reveladoras para mí fue ver cómo, al crear un plan basado en una norma, muchos de los requisitos clave para distintos tipos de compliance ya estaban cubiertos. Fue ahí cuando entendí que el compliance no es solo un área legal, sino una palanca de eficiencia y mejora continua.
Fases para implementar un programa de compliance
Para quienes se inician, este es un posible recorrido estructurado:
- Diagnóstico inicial: identificación de riesgos legales y normativos.
- Diseño del sistema: desarrollo de políticas, código ético y procedimientos.
- Formación y sensibilización: capacitación del personal.
- Herramientas tecnológicas: software de gestión, canales de denuncia, repositorio documental.
- Seguimiento y mejora: auditorías internas, revisión de cumplimiento y actualización normativa.
La herramienta que utilizo automatiza el primer y segundo paso: parte de una norma (como ISO 37301) y construye un plan director con acciones, responsables y prioridades. En menos de una hora puedes tener una hoja de ruta adaptada al marco legal que necesitas.
Compliance Officer: el rol clave
El Compliance Officer es el responsable de velar por la correcta implementación del sistema. Entre sus funciones están:
- Supervisar el cumplimiento normativo.
- Identificar riesgos y proponer controles.
- Actuar como canal de comunicación con la alta dirección.
- Garantizar la independencia del sistema.
Gracias a la herramienta que diseñé, un compliance officer puede partir de un estándar como ISO 37001 y tener una estructura de control lista para ser ejecutada, con recursos asignados y seguimiento programado.
Normas y marcos internacionales que refuerzan el compliance
Algunas referencias clave incluyen:
- ISO 37301: norma para sistemas de gestión de compliance.
- ISO 19600: predecesora de la anterior, más orientativa.
- ISO 37001: gestión antisoborno.
- UNE 19601: compliance penal en España.
Mi experiencia con estas normas es que, al ser modulares, permiten crear planes a medida desde una base normativa robusta. Justo el enfoque que adopté para desarrollar mi herramienta: partir de la norma y facilitar una implementación realista y clara.
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